Marina Moncayo, oriunda del municipio de Pasto, es una mujer de 72 años, impulsada por la curiosidad y el deseo de aprender, así, es como aspiraba adentrarse en el mundo de las habilidades digitales para desenvolverse con más confianza en este ambiente tecnológico en constante cambio, de esta manera, reconociendo el poder transformador de la formación continua, veía en la apropiación de habilidades digitales una llave a un sinfín de oportunidades, que le permitirían conectarse de una manera más significativa con su familia, amigos y comunidad.
Con la determinación de adquirir nuevos conocimientos, comenzó su viaje en POETA DigiSpark, una iniciativa respaldada por importantes entidades a nivel internacional, como Microsoft, The Trust for The Americas y la Organización de los Estados Americanos, así como por entidades locales como el Centro de Emprendimiento Digital y Tecnológico de Pasto – Carlos Cesar Puyana y el socio local ParqueSoft Nariño, y así fue como al unirse al curso de Alfabetización Digital para adultos mayores, Marina amplío sus conocimientos en ofimática y uso de teléfonos móviles.
El mayor desafío de Marina se resume en una sola palabra: superarse, a medida que continúa aprendiendo y explorando el mundo digital, su confianza crece y se siente más empoderada. Enfrenta ahora nuevos desafíos con entusiasmo y determinación, consciente de que tiene la capacidad de adaptarse y aprender en una era digital en constante cambio.
Marina anhela convertirse en una emprendedora, y ha comprobado que el manejo de habilidades digitales es el pilar fundamental para alcanzar sus objetivos, además, ha comprendido el profundo impacto que las innovaciones tecnológicas pueden tener cuando se utilizan como herramientas estratégicas que potencian el éxito.
Uno de los logros que destaca Marina es su notable mejora en la mecanografía, habilidad que ahora reconoce como una valiosa destreza que ha contribuido en su desarrollo personal, logrando transformar su vida y la de aquellos a su alrededor a través del uso del ordenador, la exploración de la web y la utilización de varios programas.
Así, con una visión clara, y las herramientas necesarias, no hay duda de que Marina está en camino de convertirse en la emprendedora exitosa que aspira ser, demostrando que la edad es simplemente un número en el mundo de la tecnología, lo verdaderamente esencial es la capacidad de adaptarse, aprender y crecer con las demandas de un paisaje digital en constante evolución.